Cómo elegir y posicionar mensajes importantes durante desastres naturales
- Ana Espinoza
- hace 59 minutos
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Autor: Pedro Vega
Editora: Ana Espinoza
En momentos de emergencia, la comunicación puede salvar vidas.
Durante los momentos de crisis generados por desastres naturales, cada palabra importa. Una comunicación efectiva puede marcar la diferencia entre la calma y el caos y entre la desinformación y la acción efectiva.
© Fundación Carlos Slim
Los fenómenos climáticos extremos — cada vez más frecuentes debido al cambio climático — nos han demostrado que una buena comunicación es tan crucial como actuar rápido. Pero, ¿cómo elegir los mensajes más importantes? ¿Y garantizar que lleguen a quienes más los necesitan?
Te dejamos las claves para comunicar en momentos de crisis causadas por los desastres naturales:
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1. Elige qué información priorizar
La información y la desinformación abundan en medio de una crisis, por lo que no todo lo que se difunde suele ser relevante. La clave para identificar los mensajes más apropiados y que beneficien a los más afectados por una crisis está en:
Identificar qué datos son verídicos
Verificar su procedencia (por ejemplo fuentes oficiales o institucionales)
Seleccionar los mensajes más vitales y útiles con ayuda de un especialista técnico
Existen tres tipos de mensajes que se deben priorizar:
Alertas de seguridad: información inmediata sobre riesgos, rutas de evacuación, refugios y servicios básicos.
Indicaciones de acción: pasos claros, simples y verificables (ej. “sube a zonas altas”, “cierra la llave del gas”, “mantén tu documento a mano”).
Mensajes de contención: llamados a la calma y al apoyo mutuo, esenciales para reducir el pánicoreducir pánico y reforzar la confianza colectiva.
Definir en qué orden deben difundirse dichos mensajes.
Un principio básico en comunicación de crisis es: “Primero, salva vidas; después, explica”. Y la demás información (como cifras, causas o impactos) debe esperar hasta que la seguridad esté garantizada.
2. Plantea mensajes breves y claros
En contextos de emergencia, la brevedad y la claridad siempre son lo más importante para garantizar la comprensión de la información
Usa lenguaje simple y directo.
Evita usar tecnicismos o términos ambiguos. Las frases cortas y los comandos claros funcionan mejor en estos contextos: “Evacúa hacia el norte”, “no cruces el río”, “busca el punto de encuentro más cercano”.
Sé inclusivo.
Adapta el lenguaje al contexto cultural y lingüístico. En zonas rurales o interculturales, usa palabras que las comunidades comprendan y validen.
Contar con puntos focales locales o mediadores ayuda a traducir las instrucciones a los códigos sociales de cada comunidad.
Repite la información esencial.
Durante un desastre, la atención humana es limitada. La repetición (sin saturar) refuerza la recepción y retención de los mensajes.
Verifica siempre la fuente.
Solo comparte información validada por instituciones oficiales o equipos técnicos acreditados. En desastres, la desinformación puede ser tan dañina como la catástrofe misma.
3. Define una estrategia de difusión
El éxito de un mensaje no depende solo de su contenido, sino de cómo y dónde se transmite.
Multiplica canales:
Combina medios digitales como redes sociales, WhatsApp y páginas oficiales con medios tradicionales, como la radio comunitaria, altavoces y carteles físicos). Por ejemplo, en zonas rurales, la radio y el perifoneo siguen siendo la herramienta más confiable y accesible.
© Logística Humanitaria
Diseña mensajes en distintos niveles:
Cada público tiene distintas necesidades de acuerdo al nivel al que pertenece.
Nivel local: información inmediata y contextualizada.
Nivel institucional: actualizaciones y coordinación interinstitucional.
Nivel nacional/digital: visibilidad y alcance masivo para apoyo y movilización.
Acude a voceros confiables
Las comunidades confían más en mensajes emitidos por figuras cercanas y familiares multiplicidad de fuentes.
Emplea gráficos y recursos visuales:
El uso de infografías, íconos y colores ayuda a transmitir mensajes de forma más clara y llamativa, incluso cuando hay barreras de idioma o alfabetización.
4. Enfoca tus mensajes en reconstrucción y mitigación tras el desastre
© Predes
Cuando la emergencia pasa, comienza una etapa igual de importante: la reconstrucción emocional, social y ambiental.
En esta fase, la comunicación deja de ser solo una herramienta de alerta para convertirse en un mecanismo de resiliencia comunitaria.
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015–2030 reconoce que el acceso a información confiable y oportuna es esencial para la recuperación post-desastre.
Cuando se maneja con claridad y empatía,la comunicación, no solo transmite instrucciones, también fortalece la cohesión, la confianza y el sentido de pertenencia dentro de las comunidades afectadas.
Al incorporar la escucha, el diálogo y la co-creación de mensajes con las personas que vivieron la emergencia, se logra una comunicación más humana, inclusiva y efectiva, que contribuye al apoyo psicosocial, la reconstrucción cultural y la educación después del desastre.
Comunicar con empatía, esperanza e inclusión después del desastre no solo acelera la recuperación, sino que restaura el tejido social y emocional de una comunidad.
Cada desastre natural nos recuerda que la información oportuna, clara y humana salva vidas, pero también puede reconstruir vínculos, restaurar confianza y sembrar esperanza.
En Fibios, creemos que comunicar es también cuidar, prevenir y acompañar.
Desde nuestros proyectos, buscamos que cada mensaje inspire acción, refuerce la resiliencia y conecte a las personas con la naturaleza que las rodea. Y cuando las palabras se usan con propósito, pueden convertirse en refugio, esperanza y finalmente en transformación.
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